Ingredientes
Elaboración
Para hacer el puré, pela y trocea la cebolla y las patatas y colócalas en la olla rápida. Limpia y trocea los puerros y el apio y añádelos a la olla. Cubre con 2 dedos de agua, sazona, coloca la tapa y cocina (al 1) durante 5 minutos a partir de que suba la válvula de seguridad. Abre la olla, retira el exceso de agua y tritura con la batidora eléctrica. Reserva caliente.
Limpia bien las alcachofas, córtalas en cuartos y cocínalas a fuego moderado en una tartera con un chorrito de aceite y una pizca de sal. Reserva.
Pela y lamina los dientes de ajo y dóralos en una sartén con un chorrito de aceite. Escurre el exceso de aceite. Sirve el puré en un plato hondo y coloca encima unas alcachofas. Salpica con los ajos y decora con una ramita de perejil.
Consejo
Para evitar que las alcachofas se ennegrezcan durante su cocción, evita los recipientes de aluminio y sustitúyelos por otros de acero inoxidable o de barro. Es importante quitarles el rabo justo antes de cocerlas. Además, rociarlas con zumo de limón evitará que se oscurezcan gracias a sus propiedades antioxidantes.
Este plato contiene ingredientes buenos para depurar el organismo de las toxinas que hemos ido acumulando durante el día.
Gracias a la intensa acción diurética que ejerce, este plato eliminará la retención de líquidos ocasionada durante la jornada.
En las personas con estrés, las que comen de manera desordenada al mediodía, o las que no realizan mucho ejercicio, esta retención de líquidos se hace mayor. Y lo mismo ocurre con las personas sometidas a tratamientos hormonales o con corticoides o antiinflamatorios. A su vez, son quienes más van a notar el efecto diurético del plato.
Además, por su alto contenido en fibra, nos ayudará a regular el tránsito intestinal.
Se trata de una receta muy apropiada para quienes se hayan propuesto bajar unos kilitos con la llegada del nuevo año.
Por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias los ingredientes de esta receta (alcachofa, puerros, cebolla y ajos), nos ayudarán a combatir mejor los resfriados y catarros.
No hay que olvidar que los hidratos de carbono tienen que estar presentes en todas las comidas, ya sean en forma de cereales, de legumbres o, como en este caso, de patatas.